segunda-feira, março 26, 2007

Un día una ballena se come a un niño


Teodoro tenía siete años cuando fue secuestrado por la ballena. La ballena para todos los que no lo sepan es un mamífero, y como todo mamífero buscaba niños, no huevos.

La ballena se sentía sola y se lo llevó un día comprobando que los padres de ese niño melancólico que miraba la mar no estaban cerca.

La ballena, que no tenía nombre, ni lo necesitaba lo llevo a los bancos de peces y a los fondos de corales. Lo llevo al fin del mundo marino, allí donde empezaba la tierra de los hombres y le hizo feliz.

Y Teodoro nunca hablaba, porque los niños como Teodoro no necesitaban decir nada.

El niño aprendió sobre agua salada todo lo que de agua salada se puede saber. Pero un día, sin previo aviso, abrió la boca, y de ella salió una bocanada de oxígeno que lo lleno todo. Y entonces la ballena comprendió que Teodoro ya no era un niño.

Lo dejó en cerca de Livorno. Regurgitó con delicadeza y lo despidió con un coletazo marino, como en las películas.

Teodoro caminó sin entenderlo del todo. Aprendió las lenguas de todos los hombres y a amar a todas las mujeres. Conoció nuevos usos para la sal y para el agua. Entendió que la piel no siempre debe estar arrugada. Y de pronto un día, mientras paseaba por la orilla del mar lo comprendió todo.

Y sumiso por el canto de una sirena lejana se sumergió en el mar.

3 comentários:

Anónimo disse...

aarón vestido de leñador y harto de reciclar al bosque va y tala, tala, tala...
continúa ésto escritora


"así el 6 de marzo de 20048 el hombre y la mujer celebraron sus bodas de oro con un viaje al sol"

pues si todo va bien

Mameluco disse...

Un día ire a Belgrado y por la calle gritaré tu nombre, y tu te asomarás por la ventana con cara de pocos amigos...

No comprendo porque el niño tuvo un volver al mar lovecraftiano...

Anónimo disse...

Señorita, usted es una fresca...

El dia que convierta en Hank estará usted cerca, no se apure...