quinta-feira, dezembro 09, 2010

Martes


- Pero tu crees… ¿crees que yo soy de verdad?
- Tú siempre has formado parte de mi realidad.

Se palpó el corazón, asegurándose de que aún latía, y el resultado la satisfizo.

Esa semana había escondido muchas cosas. Detrás de los armarios, en el buzón, dentro de los libros. Había escondido sus recuerdos para que no la molestaran y cuando salía a la calle se tropezaba con todos ellos.
Eso, es por que miro al cielo, solía pensar, para no caer al suelo.
Sin embargo, una noche de entre todas ellas, cogida de la mano del desconocido que la iba a salvar, se dio cuenta de que las cosas son más simples de lo que parecen, y poco a poco y con ayuda del otro, el que no esperaba nada, empezó a sacar papelitos doblados de los cajones, fotografías arrugadas y todas las palabras que había escrito que eran muchas y se las enseñó.
Después, con una sonrisa a medias, la primera real en mucho tiempo se deshizo poco a poco de ellos, sus recuerdos, sabiendo que ahora también pertenecían a otro, que compartiría la narración de la vida, su vida. Erigiendo mundos reales compartidos.
Porque todo puede empezar de nuevo, pensó.
Porque puede empezar un día cualquiera, como un martes.

Y hoy, siempre es martes.

quinta-feira, agosto 12, 2010

Conversaciones con P.


El otro día P (o no) me preguntaba acerca de unos diálogos que había escrito. Me decía que eran artificiales, que no parecían de verdad... Me pasé toda la noche dándole vueltas al asunto, me puse a escribir, al final. No me quedaba más remedio. Le conteste desde un papel. Algo que me va a tocar hacer cuando se marche. Así voy practicando entre mis tristezas...

Dice que los diálogos son un poco artificiales... (refunfuño) Eso es lo que tiene que la primera persona además sea escritor P, que la mayoría de esta gente, la que escribe se dedica a embellecerlo o a estropearlo todo... se debe a una capacidad narrativa, a un vago intento de modificar la realidad a través del lenguaje, para después creérselo. Ellos son capaces de todas esas cosas, son capaces de inventarse una vida que no llevan. De tener una voz que no existe. De hablar, de mantener conversaciones que realmente no son, ni siquiera se parecen a las de verdad. Qué triste, ¿verdad P?, que nosotros también escribamos y hagamos lo mismo. Que creemos mundos imaginarios así, sin ton ni son para que otros se dediquen a manipularlos , los que nos escriben a nosotros, que acaben con ellos incluso antes de que puedan ser leídos por otras personas.

Por eso seguimos manteniendo esos diálogos que a veces no sé si suceden de verdad...

-Ojalá fueras un poco más tonta- me dijo mi madre al empezar el verano...

-Eso estaría bien mamá- dije en voz alta y añadí, bien bajito... solo para mí- ... ojalá pudiera ser otra...

segunda-feira, janeiro 19, 2009

El arte de amar

-Si alguna vez conoces a alguien mejor que yo, avísame.

El alzó la mirada, sorprendido por la frase.

-Para decidle el grandisimo cabrón que eres.


Dicho esto, se giró y caminó contoneando la cadera en dirección donde se ponía el sol. Libre de todo y agarrada a su soledad como quien se agarra del bolso. Taconeando firme. Cansada de tanta alegría y tanta pena, y cansada sobre todo de llorar.


Mientras tanto él, se quedó viendo como se marchaba. Asumiendo claro, que la culpa era de ella, que no sabía disfrutar de todo lo que él podía ofrecer. Considerando, claro, que estaba un poco desquiciada. Y pensando, por supuesto, que acabaría volviendo.


Pero esta es la historia que continua. Y es la historia que nos permanece y que nos supera.

No volvió. Es más desapareció de su mundo, tan rápido que a él solo le quedaron las sombras de la ropa interior que había dejado en la casa, sin querer, claro, en un despiste.


Ella se quedó con su nueva y recién estrenada soledad. Se compró una colección de zapatos de tacón con los que taconear y pisotear todo lo que pudiera al mundo que la había visto sufrir y que no había hecho nada para cambiarlo. Sufrir de amor claro. Porque ella no sabía sufrir de otra cosa. A ella no le quedaron secuelas. En una caja de cartón bien grande escribió, SE REGALA. Y en ella todos y los más pequeños detalles de su dolor desaparecieron poco a poco. Dejó de comer el plato que fue su plato favorito. Dejo de ser morena, y de tener el pelo recogido. Dejó de fumar. Dejó su trabajo. Dejo de coger trenes a diestro y siniestro.

Aun así a su forma le amaba.

Pensaba que nunca había querido a alguien así. Desde la más completa ignorancia de su existencia.


El mientras tanto comprendió que a veces, aunque para el fueran pocas, se pierde.

Y mientras deseaba todo lo que no tenía, por primera vez, la deseo a ella.




Sólo me metería al mar si te quisiera de verdad. 9 songs

quarta-feira, julho 09, 2008

Corre Lola Corre



Tienes mala pinta ¿Has venido corriendo?

***

Si Lola supiera que a cada vuelta de la esquina, en cada pensamiento, en cada decisión le espera una nueva vida, correria. Aunque Lola no corre, vuela.

Si Lola entendiera que su vida, es tan parecida a cualquier vida se daría cuenta de que es capaz de todo y que nada importa sino llegar, de cualquier modo, al momento que desea, y no es facil, piensa, si todo se decide en cada nuevo paso, en cada transición al siguiente segundo, en el que todo se determina. En el que el final supone el principio del nuevo momento.

Cuando Lola corre, el mundo la espera, y reacciona para Lola. Porque Lola cambia el mundo con cada nueva percepción de su propia existencia. Porque hay muchos caminos, pero todos le llevan a el. Porque el destino es inexplicable y la suerte, y el azar pararelo sincronizado, porque todos los libros que ha devorado con una linterna por la noche, porque todas las canciones que ha tarareado en el metro, porque todos los besos que ha dado, y todas sus carreras le llevan a este lugar,

al mismo momento

en el que yo escribo, desde el otro lado de la pantalla.


Para transitar por la vida, como un loco, y llegar sudando a la siguiente: Corre Lola Corre.

terça-feira, abril 29, 2008

Al principio de un viaje escribí




Imaginemos a un hombre que sorprendido admira los zapatos blancos de gran diseñador, que lleva una maniquí del escaparate de una tienda de uniformes. El hombre baraja la idea de comprárselos a su mujer, pero teme que sean demasiado caros. Aun así, armado de valor y enamorado de unos zapatos de lujo que lleva la maniquí disfrazada de señora de la limpieza entra en la tienda y los compra por el módico precio de 50 rupias, más o menos lo que cuesta un viaje espacial.


Al llegar a casa se los entrega a su mujer y esta sorprendida le promete ponerselos la próxima vez que le toque limpiar la nave.


Por los zapatos de su mujer muchos hombres hubieran deseado estar en una isla desierta.




****



Al final del viaje me dí cuenta de que ese día, en esa playa en la que se hablaba en otro idioma debí de prometer, sin darme cuenta, mi vida a quien lograse conocer a mis personajes mejor que yo.



solo para que me cuente su vida por las noches...



solo para entender la mia, mi vida.



Sigue la pista.

quinta-feira, junho 07, 2007

Principe desteñido 1

Me levanté temprano. El sol entraba por la ventana y una rendija de la persiana le permitía colarse entre mis ojos. Luz blanca a luz azul.
Desperté y me frote la cara, a mi lado el príncipe azul dormía.
Pálido y cansado por la noche de amor dormía...
Le miré y acerqué mi mano para tocale.

Grité al ver que mis sábanas blancas estaban de una tonalidad azul.
Se despertó brusco y me miró horrorizado...
-Tu piel...- tartamudeo.
Me levanté y corrí hasta situarme ante el espejo del baño.
Toda mi piel color azul.
Esa noche el principe había desteñido.

Volví con la cabeza gacha y me senté en la cama.
Cuando me miró le dije.
-¿Sabes? Ahora el principe azul soy yo.

segunda-feira, junho 04, 2007

Toda vida da varios circulos

Mi vida, la mia, sigue tal cual la dejé el año pasado. Las mismas canciones, los mismos cuentos sobre niños que se tragan a ballenas, sobre princesas y principes desteñidos, las mismas personas que pasan y leen las mismas cosas.
Hoy en la portada de todos los peridódicos decía:

" Mañana la vida será mejor que hoy"

***
Sería feliz

Si pudiera yo tenerte aqui
hablandome de nada
Y cuanto más, y cuanto más
seguro es lo que me falta

si pudiera recuperar lo que
me toco por que ya no hay
porque llegué muy tarde
seguro es por ahi...

ahhhhh
tiempo suficiente
me falla cada vez
vida sufiente
me falla cada vez

si solo tuviera un lugar
para expresar mi necesidad
y alguien escuchara lo que tengo aqui
eso sería...

si tuviera respeto
de quienes no me toman en cuenta
si solo vieran de lo que soy capaz
es eso lo que me falta...

ahhhh
seguro así sería feliz

Si solo tuviera el color
de quienes parecen disfrutar
si el mismo me pintara a mi
parece es por ahi...

Seguro así sería feliz...

(Sería feliz.... Julieta Venegas)

quarta-feira, maio 30, 2007

El emperador de los helados



Llama al que lía los enormes cigarros

al musculosos, y pídele que bata

en los cuencos de la cocina el coágulo de la lujuría.

Que las criaturas holgazaneen, vestidas

con el traje que acostumbran usar, y los muchachos

traigan flores envueltas en periódicos atrasados

No molestes el final de la apariencia

El único emperador es el emperador de los helados


Saca de la cómoda de tablones de pino

a la que le faltan tres perillas de vídrio, auqella

sabana donde ella una vez bordó tres cisnes

y extiéndela sobre ella para curir el rostro

Y si sus pies callosos sobresalen, lo hacen

para mostrar hasta que punto está fría y muda

Deja que la lámpara concentre sus rayos

El único emperador es el emperador de los helados

terça-feira, maio 22, 2007

Negra la noche




La noche esta negra mi amor.
Negra de qué?
Negra de lluvia
Negra de gente
Negro el asfalto
Negro mi amor
La noche
Esta noche
Te sacaré a bailar
Y te diré
Todo aquello que me falta
Para que con tus poderes mágicos
Lo rellenes
Mi amor
Negra es la noche
Negra
Como los infiernos imaginados
Negra mi amor
Negra tu mano
negra

***************


No llovió. Lo cual es una pena, mientras espero la tormenta

segunda-feira, abril 30, 2007

Cambio Radical



De pronto una luz color rubio claro claro numero 9 nos iluminó.

Allí estabamos nosotras en la drogueria-esteticien alonso marcos.

Y entonces sudeció.


Mirenlo. No es mentira...

domingo, abril 29, 2007

Los amantes del círculo polar






Ella le decía todo el tiempo lo mismo:

-Haré esto por tí, y esto también, y todo lo que me pidas.

El la miraba sin comprender muy bien, porque esa desconocida se le había echado encima en la calle...

Contestando a su pregunta la chica terminó:

-Me recuerdas a alguien.

Los amantes del círculo polar se besaron a escondidas...

sábado, abril 21, 2007

Bukowski



Oigo incluso cómo ríen
las montañas
arriba y abajo de sus azules laderas
y abajo en el agua
los peces lloran
y toda el agua
son sus lágrimas
oigo el agua
las noches las consumo bebiendo
y la tristeza se hace tan grande
que la oigo en mi reloj
se vuelve pomos en la cómoda
se vuelve papel sobre el suelo
se vuelve calzador
ticket de la lavanderia
se vuelve
humo de cigarrillo
escalando un templo de oscuras enredaderas

poco importa

poco amor
o poca vida
no es tan malo

lo que cuenta es observar las paredes
yo nací para eso

nací para robar rosas de las avenidas de la muerte.




Bukowski a veces bebía café...

como yo

segunda-feira, abril 02, 2007

Cuatro peluquerias tiene mi barrio...







Poseída por el espíritu de la pamela que me compré el otro día a precio de todo a cien, y después de cuatro horas seguidas viendo sin descanso Sexo en Nueva York hoy me he cortado el pelo leyendo la in style en la pelu de mi barrio, que no es otra cosa que un centro de estudio choni, donde nenas con pendientes de oro más grandes que el 95% de su cara se dedican a mascar chicle y a ponerte guapa.

Me encantan.

Me gusta: Cuando el pelo cortado se hace caracol en mi bata.

No me gustan: las batas rosas y las señoras que se tiñen el pelo de rojo.

Me gusta: Cuando te lavan la cabeza con agua calentita y cuando te empiezan a repeinar para distintos lados, me gustan también las nenas peluqueras que no hablan castellano y son morenas, me gusta como sonríen cuando sales corriendo para que no te peinen...

No me gusta: que me intenten peinar el flequillo como si hubiera salido de un videoclip de la Madonna de los 90...

Ahora llueve.

Se me va a rizar el pelo.






segunda-feira, março 26, 2007

Un día una ballena se come a un niño


Teodoro tenía siete años cuando fue secuestrado por la ballena. La ballena para todos los que no lo sepan es un mamífero, y como todo mamífero buscaba niños, no huevos.

La ballena se sentía sola y se lo llevó un día comprobando que los padres de ese niño melancólico que miraba la mar no estaban cerca.

La ballena, que no tenía nombre, ni lo necesitaba lo llevo a los bancos de peces y a los fondos de corales. Lo llevo al fin del mundo marino, allí donde empezaba la tierra de los hombres y le hizo feliz.

Y Teodoro nunca hablaba, porque los niños como Teodoro no necesitaban decir nada.

El niño aprendió sobre agua salada todo lo que de agua salada se puede saber. Pero un día, sin previo aviso, abrió la boca, y de ella salió una bocanada de oxígeno que lo lleno todo. Y entonces la ballena comprendió que Teodoro ya no era un niño.

Lo dejó en cerca de Livorno. Regurgitó con delicadeza y lo despidió con un coletazo marino, como en las películas.

Teodoro caminó sin entenderlo del todo. Aprendió las lenguas de todos los hombres y a amar a todas las mujeres. Conoció nuevos usos para la sal y para el agua. Entendió que la piel no siempre debe estar arrugada. Y de pronto un día, mientras paseaba por la orilla del mar lo comprendió todo.

Y sumiso por el canto de una sirena lejana se sumergió en el mar.

quarta-feira, março 21, 2007

Tu, yo, y todos los demás


- Jesús, baja la ventanilla y díselo

-Si se para se cae. Incluso si frena ya se caería. Para ese pez lo mejor sería seguir siempre a la misma velocidad.

-Supongo que son sus ultimos momentos de vida ¿Decimos unas palabras?

-...

- No te conocí, pero quiero que mueras sabiendo que fuiste amado.

Te quiero.




***


Tarde de un día de primavera. Una niña sale de una tienda de animales con su padre, éste feliz sostiene una bolsa con un pequeño pez naranja en su interior.


Tarde de un día de primavera, el padre preocupado por dios-sabe-qué se monta en el coche, enciende el motor y se olvida que en la parte superior del coche está el pequeño pez naranja.


Esa misma tarde, conduciendo un taxi una joven artista local lleva a un anciano a que se encuentre con el amor de su vida.


La conversación que se produce en el coche es pararela a la que un niño de 13 años y su hermano de no más de 6 mantienen con una mujer desconocida por internet.


)) > < (( (O mi caca es tu caca)

En la casa de al lado su vecinita de 9 años guarda celosamente el ajuar comprado en el centro comercial donde trabaja el padre... que se enamorará.

Película defícil de explicar lo mejor es verla y pensar,

que cuando se trata de las cosas del querer,

todo lo demás importa poco...


Y es que tenemos mucha suerte ¿verdad?

terça-feira, março 06, 2007

La Ciencia del Sueño


Esta chica es todas las mujeres que me rompieron el corazón.


Son las 22:22 y escucho canciones para echarme la siesta. Canciones que te compré a ti, solo por el gusto de verte escucharlas. Antes de dormir soñaré. Hoy ha sido un día de soñar. Y recuerdo tú cara de sorpresa boba cuando la chinita del vestido negro nos miraba a los dos. En mi sueño bailábamos. Qué casualidad siendo a veces un poco Lucida Casual que seas el primero con el que baile. Que casualidad que hoy a la hora de la siesta recordara que eres el mejor regalo que puedo tener.


Pienso en la teoría del Azar Pararelo Sincronizado, y pienso en que cualquier día, cualquiera de verdad en que me cruce contigo por la calle, va a pasar. Y optaremos por incomodarnos por el mismo rato. Un poco espejo a veces y es que hay que preguntar de vez en cuando si dejamos los caballos por los coches o vendemos de nuevo los coches para comprarnos una vaca.

No hace falta que me entiendas del todo.

Pienso en que a veces parece un poco todo de mentira y eso es mejor que pensar que todo es un poco de verdad.

Como cuando llueve en Madrid. Como cuando riegan las calles por las noches porque a la cámara queda mejor. Cómo cuando sueño sincronizada a los sueños que nunca veré pero que me gustan aún sin conocerlos y todo el mal que me rodeaba se me está escapando en maniobras arriesgadas en tu avión de juguete. Y pirueta para arriba pirueta para abajo me estoy empezando a entender un poco.


A la hora de la siesta veo películas de amor. ¿Por qué será?



quinta-feira, março 01, 2007

Estaciones


El 7 de Abril de 1957 Lucida Casual se dió cuenta de que realmente nadie vivía en Sabana.

Trenes de ida y trenes de vuelta surcaban las calles a toda velocidad. Lucida veía desde su banco en el parque como los obreros especializados vestidos con un mono azul con el escudo de Sabana cosido en la pechera colocaban las vías de plastico que montaban con tornillos de juguete. En un mismo día una persona podía recorrer varias franjas horarias. La mejor, la que todos querían traspasar era La Hora Estandar del Amor, en la que una pequeña máquina de vapor cruzaba sobre el puente y se alejaba río arriba. Rapidamente y antes de que alguien pudiera seguirle el rastro, los obreros especializados desmontaban las vías. Cuando volvían los hombres tenían las manos repletas de mandarinas y las mujeres otra costura en el corazón.


La casa de Caterine Vera era el Museo de Cera de la ciudad. Durante horas y horas, Vera moldeaba la cara del futuro amante a petición de la clientela. Y Lucida que esperaba pacientemente sus zapatos de bailar Jazz la miraba.

En esos momentos no importaba nada.

Ni siquiera los gritos del violinista que se oían desde la cabina de la calle pidiéndola que volviera.

quarta-feira, fevereiro 28, 2007

Como atarse bien los zapatos

A las 7:07 de aquel cruel día de Abril, Lucida Casual se sentó en un banco del parque y miró a la gente que paseaba por Sabana.

Todas las mujeres, cargadas de un pesado bolso que simulaba su corazón, vestian vaporosos vestidos, tul de bailarinas y zapatos de tacón.

Todos los hombres calzados con sandalias llevaban a cuestas pianos, mandarinas y sonrisas.

Así y con todo los bolsos rotos en los brazos de las mujeres se dejaban ver de vez en cuando.

Caterine Vera fue la primera mujer que se sentó a su lado.
-Con esos zapatos no aguantarás en esta ciudad.
-Me han durado muchas canciones ya.
-No de Jazz.

Caterine Vera llevaba en el bolso los billetes de un tren que perdió en una estación a muchos kilómetros de Sabana. Llevaba pañuelos bordados, con los que lloraba mejor y un kiwi, para evitar la tentación. Vera no miraba a muchos hombres al pasar.
A Vera le gustaba su corazón de cuero cosido a mano. Con hilos de colores que dejaban que cada cicatriz fuera un orgullo.

-Llevan sandalias para que no puedan perseguirnos, le contó a Lucida antes de llevarla a casa. Yo te daré los mejores zapatos para aprender a bailar en Sabana.

-Hace unas noches, aprendí a bailar- le dijo Lucida al aire.

terça-feira, fevereiro 27, 2007

Lucida



Cuando Lucida Casual abandonó las letras se marchó a Sabana.

El viaje duró una eternidad y le sirvió para darse cuenta de que las búsquedas nunca sirven para nada si lo que encuentras es algo tan ajeno a ti como lo es el otro. Sin embargo fue feliz durante el tiempo, en que pensado que cumplido su sueño, el camino sería el correcto.

Eso duró poco. Y un día cogió un autobús. El más largo de todos, y sentada junto a la ventanilla con una bolsa de relleno de cajas empezó a aplastar una a una las burbujas hasta que se durmió y soñó


que subida en el techo del autobús veía el cielo.


Así llegó a Sabana. Siete minutos después de que pasará la mujer leopardo montada en su bicicleta rosa. Siete minutos antes de que en la cabina de su lado la voz del violinista gritará desde el tejado de la casa vecina.

Siete, que en todo caso, dan buena suerte

Así Lucida Casual, empezó a tararear la canción que un hombre le cantaría esa noche, cerca de una playa desierta.

Se miró los zapatos y pensó que en Arrepentimiento podría haber tarareado esa canción sin desgastarlos tan siquiera.

Esa noche. Un hombre se enamoraria de ella.

quarta-feira, fevereiro 14, 2007

En privamera los hombres toman horchata y las jumeres saquean asqueparates.
En primavera, que llega ya, me aburro con el portatil y se me quema la namo si toco el taron.
Las etiquetas del ordenador rezan en la iglesia del ciberespacio tomocitlecas, cavaciones y otoño.
Y es que en otoño empieza Abril. Que es el mes más cruel.
Me hecho a llorar en la calle con el niapista colo de la namo. Me tasgun sus namos. Me tasgun chumo.
La última peli de Medem se va a llamar Caótica Ana...
Caótica como yo hoy.

Dice la Mala Rodriguez que sin palabras no hay personas... Yo hoy voy a ordenar mi vida reescribiendola como hago siempre. Suena bien. Vuelvo a trabajar.
No va mal no...

terça-feira, fevereiro 06, 2007

Unas horas


Se puede correr hacia atrás...

Si.

Se puede correr hacia atrás...

Una vida...





quinta-feira, janeiro 25, 2007

Espejos


Cuando se levantó a la mañana siguiente el seguía dormido. Durante toda la noche y suspirando la había estado hablando en sueños.

A ella todo esto le pareció muy romántico.

Así que cuando se levantó y fue al baño y en el baño se descubrío diciendo Te quiero, no supo que responderse a si misma.

Se estaba mirando al espejo cuando se le escapó.


Por toda la casa se oía la misma canción...

sábado, janeiro 20, 2007

Nelida

Llega la ola de frío.

sábado, janeiro 06, 2007

La mujer que se llevaría a una isla desierta


Fue un movimiento leve. Tal vez ella se encogió de hombros. Tal vez fue la manera de cruzar las piernas. Solo por eso, el hombre se levantó y sin saber que decirle se atrevió a murmurar:

-Si te vienes a la cama conmigo esta noche te canto una canción

Fue curioso que ella aceptara.

quinta-feira, dezembro 14, 2006

Señor Invierno



El hombre que seguía el ritmo de la canción con el pie se detuvo. Algo en su mirada delató que la mujer que acababa de entrar acompañada por otro era la mujer que había estado esperando toda su vida.
Si tuviera que llevarme algo a una isla desierta, pensó,
serían sus zapatos.




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segunda-feira, dezembro 11, 2006

Historias Navideñas



Hoy una niña le ha preguntado a su padre si papa noel se dice en inglés Father Christmas...

Parece que el mundo empieza a marchar bien...

quarta-feira, novembro 29, 2006

Que no sea Kang, por favor

Si por casualidad alguien oyera esto y dentro de mil años existiera algun invento
que le permita desplazarse por el tiempo que venga a salvarnos mientras pueda hacerlo
Pero mis palabras se las habrá llevado el viento y no habrá servido de nada todo el esfuerzo
o bien no queda nadie en el futuro para hacerlo
y Kang es el señor de todo el universo
y tienen a la antorcha humana en un bloque de cemento
ni siquiera la alianza a podido detenerlo
y se acaba la pelicula y los malos van venciendo
y si alguien del futuro casualmente oyera esto
que venga a salvarnos
que me salve a mi primero
(Los Planetas)
Los planetas... Unidad de Desplazamiento

segunda-feira, novembro 20, 2006

quinta-feira, novembro 02, 2006

Olvidate de mi




"Por favor déjeme recordar este recuerdo... solo este... podría morir ahora mismo Clem... me siento tan feliz... nunca me había sentido de este modo... estoy justo donde quiero estar"

Que sensible está el panorama, en el que me incluyo como fotografía alargada y en desuso. Que sensible y que bien echo. Por ejemplo esa cama en mitad de la playa nevada incita y me incita ahora que estoy fatal de lo mio, a pasarme abrigada los próximos seis meses, acumulando grasa debajo de una manta viendo pasar la vida y punto.

Decían en Dark City que nosotros solo somos la suma de nuestros recuerdos, y yo pensaba mientras la veía que tenían razón. Que lo que se olvida tiende a desaparecer. Así nos inventamos millones de formatos de almacenamiento, cada vez más grandes, y que se puedan esconder debajo de cualquier mueble, y que por el módico precio de blablabla te regalan otro igual.

Acumulamos vida y la despreciamos a partes iguales. Almacenamos nombres, números de teléfonos de personas de vida completa, que tienen un trabajo, un corte de pelo, que cruzan la calle de una manera peculiar y que son personas antes que números de teléfono y nos dedicamos a olvidarlas. Y olvidar en cualquier mundo, ya sea el imaginario o el terrenal viene a ser matar.

¿Qué pasaría si un día te levantas y te das cuenta de que no eres feliz? O que es algo que llevas olfateando mucho tiempo y ya no puedes más. Y decides olvidar. Y mientras olvidas entiendes que siempre, lo primero que olvidas es lo peor. Y que después solo te quedan buenos recuerdos que estás matando, como un sádico, condenando tu vida a un hueco vacio.

Ahora bien. Hay muchos que luchan. Y hay algunos que consiguen disfrutar incluso un poco más y darse cuenta, de paseo por sus recuerdos, que la otra persona siempre encaja en ellos. Y que incluso antes de nacer ya estaba echa para ella.

Y que sensibilidad en formato almacenable de DVD, me he ido a tragar. Y cuantas horas sintiendome de papel carton. Y qué pena tan grande pensar en tan solo olvidar.

En fin...

Para los que tengan tiempo libre o vean cine por entregas como hago yo:

Olvidate de Mi

quarta-feira, outubro 18, 2006

Las particulas elementales / Michel Houllebecq



Tierra. Aire. Agua. Fuego.
Algunos completarían con corazón y tienen razón. Porque en este libro todo gira en torno al corazón.

Hace más de cinco años que me lo recomendaron. Un viejo verde, mi profesor de ética que rondaba alrededor de sus alumnas y toqueteaba la mesa con los dedos. Yo nunca me di por aludida y supongo que fue eso lo que me salvo de pensar en que el libro recomendado, una vez leído, solo podría ser el reflejo fiel del viejo verde que era aquel profesor.
Podría serlo aún así.

Quieres que te la coma ahora o prefieres que te haga una paja en el taxi.
No ahora.

Podría haberme quedado ahi. Y en cierta forma me quedé, sin pensar en que el amor lleva a partes iguales su proporción de dolor. Y que el sexo es eso. Amor y dolor.

Los personajes retratados por Houllebecq llevan una vida triste y gris. Todos se sienten encerrados dentro de su propia vida. Rondan los 40 años y piensan que podían haber dado más de si. Sin embargo están en ese punto de inflexión en que lo mismo da que las cosas cambien o no, pero tienen que intentarlo. Los matrimonios fracasan. Los trabajos fracasan. Los sueños fracasan y por supuesto, las personas fracasamos.
La vida anodina y carente de propia vida se la dejamos para aquellos que no se dan cuenta de nada. Que no se dan cuenta de lo que pierden hasta que lo pierden y que no tienen el valor de amar y de follar ni de sentir dolor a partes iguales. Porque como decía antes, las particulas elementales no son cuatro. Son cinco, impares son mejores. El corazón también entra ahora.

¿Quién se puede dignar a mencionar una vida en la que no amó a nadie? ¿Quién es capaz de decir que el sexo es mejor en las peliculas? ¿Quién se atreve a decirme que nunca a sufrido?

El problema de Houllebecq es que no se conforma con enseñarte la miseria de sus personajes. Houllebecq les da sueños, les da todo el amor del mundo, les consigue sexo, les consigue un buen trabajo, les consigue todo. Y después voilá.

Adios, au revoir, ciao. Lo que tu quieras. Pero siempre te despide de todo. Siempre al final, cuando olfateas la última página te hunde. Te enseña que has vuelto a perderlo todo. Que ahora no va a haber segundas partes con las que seguir adelante.

Todo eso es Houllebecq.

Y para hoy, las particulas elementales de anagrama. También en cines....

terça-feira, agosto 29, 2006

La noche del Oráculo / Paul Auster

Al principio de nuestra amistad, Trause me contó una historia sobre un escritor francés que había conocido en Páris en los primeros años cincuenta. No recuerdo su nombre, pero John me dijo que había publicado dos novelas y una colección de relatos, y se le consideraba uno de los mejores representantes de la nueva generación. También escribía algo de poesía, y poco antes de que Jonh volviera a Estados Unidos, en 1958 ( tras vivir seis años en París), aquel escritor conocico suyo publicó un poema narrativo que giraba en torno a un niño ahogado. Dos meses después de publicado el libro, el escritor y su familia fueron de vacaciones a la costa de Normandía, y en el último día de vacaciones, su hija de cinco años se metió en las picadas aguas del canal de la Mancha y se ahogó. El escritor era un hombre sensato, afirmó John, una persona conocida por su lucidez y agudeza mental, pero echó al poema la culpa de la muerte de su hija. Sumido en su gran dolor, se convenció a si mismo de que las palabras que había escrito sobre un ahogamiento imaginario habían causado una muerte verdadera, de que su ficción trágica había provocado una tragedia real. En consecuencia, aquel escritor de enormes dotes, aquel hombre que había nacido para escribir libros, juró no volver a escribir jamás.
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Es curioso pero al leer este retazo del libro me acordé de aquella historia, o de la idea de historia que quedó en mi, que leí, o que recuerdo vagamente de Cien años de soledad.
Esta texto manipulado por mi mente contaba la historia de una mujer que sufría de pesadillas todas las noches con piratas. Volviéndose loca, su marido decidió mudarse al interior del país, a una antigua reserva de indios donde construyó a su mujer una casa sin ventanas, para que así, los piratas de sus sueños, no pudieran entrar por ella.
Lo onírico y lo real se suelen fundir en mi vida muy comunmente. Sin ponerme mística ni teórica como dicen mis amigos, voy en busca de señales diarias que me indiquen el camino. Y si me bloqueo, solo tengo que esperar.
La noche del Oráculo presenta esto. El camino. El único camino prefijado por un destino tortuoso, al más puro estilo griego. Una tragedia en varios actos, en lo que el personaje, un escritor recuperandose de un accidente que casi acaba con él, escribe la historia del destino de un hombre que se ve modificado por el destino de una novela que le entregan en la editorial en la que trabaja.
Bucles y bucles que le llevan a un destino horrible. Y es que hay días que es mejor no salir de la cama.
Si la escuela donde estudio está en el número 7 de cualquier calle las cosas irán bien.
¿Me vuelvo a Madrid? Tirada en el sofá, dándole vueltas al asunto, decido esperar una señal. Mientras tanto enciendo la tele. Y de pronto, de la nada... Cochita Velasco dice:
-Arriba Madrid, y arriba los madrileños... ¡¡¡ y vivan las fiestas del Pilar!!! y de la nada la verbena madrileña aparece en pantalla.
Y yo me digo ¿ y si no hubiera esperado?.
Aun así me queda por pensar si existen diferentes formas de destino. Si existe uno. El que nos han impuesto, o si nos desdoblamos en posibles destinos como si pudieramos vivir varias vidas.
Todo está lleno de caminos me digo siempre. Y a mi nadie me ha enseñado a elegir el correcto.
Así mientras tanto, el camino que utilizo siempre es el camino bueno. Y si no lo es...
Todavia no me he enterado.

Para pasar esta noche.
La noche del Oráculo, Paul Auster Anagrama 2004

domingo, agosto 27, 2006

Mis ojos

Siento que no van a llegar. Tienes los ojos más blancos que he visto en mi vida. Y los siento rojos. A veces verdes. Y no veo lo que debería ver. Y siento a través de ellos todo lo que no debería sentir, para decirles al oído: parad que sois mis ojos blancos...los ojos de un ángel.

Ángel que hace daño. Y si lo soy. Y no lo creo. Y si lo soy y me dedico a cortarme las puntas a diario. Las puntas de las alas para que quepan bien en la jaula que tú imaginas que son mis alas. Cosidas a mano. Con todo el amor del mundo. De pronto. De vez en cuando les echo pegamento. Así se acabó para pegar mi corazón. Y ni todo el oro del mundo. Ni todo.

Y mis ojos. Que lo ven todo. Que lo atraviesan antes de tiempo. Siguen el cable. Cloto. Laquesis. Atropos. La que hila. La que asigna el destino. La inflexible. Yo lo coso. Yo lo reparto. Yo lo corto.
Ni una cancion de Mcnamara. Otra vez de nuevo entre nosostros. Y yo me pregunto, qué coño quereís. Y yo me lo pregunto, de veras. Y no se qué decirles.

Y creo en las señales. Cree en el destino te digo. Y tu llegas y me haces caso. Y me dice Pepito Grillo al oído. No digas no. Nunca. No te lo pierdas. Ni se te ocurra. Y de pronto aparece el destino.

Y yo tenía 22 años y no entendía las cosas que con 15 ya sabía. Y no me entero de nada. Qué quieres que te diga. Sería fácil así. Díselo a Joyce. Ni un día en mi vida aguantaría. Ni uno Joyce. Y té has creido que vas a poder conmigo. Pero a gente más importante que tú me he llevado a la cama.

Doscientas mujeres y Bukowski. A Paul Auster. Alessandro Baricco. Y qué bien se duerme con Barcicco. Y lo que me hace soñar...

Cansada, Pesada, Cansuna, Insoportable. Prohibido prohibir.

Y mis ojos. Tan muertos como siempre. Y de qué me sirven si no necesito los ojos para ver. Y qué es eso del alma. Qué quieres que te diga, si no tengo ni idea. Y te lo puedo defender. Y te lo puedo discutir. Y todo se transforma. Y todo se recuerda. Y la vida. Si, mi vida. Es la suma de los recuerdos que dejo. Yo no puedo dar nada más.

Y decía Goodar que no sabía si ella era feliz porque era libre o era libre porque era feliz. Y no puedo quejarme. Mis ojos no ven. Mis ojos negros. Mis ojos de mar que miran faros. Mis ojos verdes en cuatro metros cuadrados. Mis ojos rojos hoy. Mis ojos blancos mañana. Mis ojos cerrados. Mi sueño.

Y te lo digo y te lo repito. Así, no vas a conseguir entender nada. Joyce. Me digas lo que me digas.
Preguntaselo al grillo.

quinta-feira, agosto 24, 2006

Martin Amis, El libro de Rachel

Ahora tengo la cabeza austeramente encajada entre su hombro y la almohada: sin virguerías ni finezas, simplemente, la polla trabajándole la piedra de amolar. Dos por dos, cuatro. Tres por dos, seis. Deja de besarle la boca, trabájale las orejas. Que me voy. Suspende todo movimiento y bésala reflexivamente, en cámara lenta para que ella se entere de lo que pasa: te estoy besando. Retirada en un noventa por ciento, cosquilleo de clítoris con mi miembro reproductivo masculino, notar las contracciones de su cuerpo, poderosa sonrisa a media luz. Introducir sólo el casco, notar el agarrotamiento de sus músculos y la ténsión de sus brazos contra mi espalda, suplicantes, sacarla casi del todo... y entonces..., esperar... ¡UF! Ella se tensa y después se relaja.

Bombear como un pistón, dale tío, dale. Mano sobre el estómago, bajarla hasta la agitada marea de pelo pubiano, reducir presión, subir las piernas, que me voy, calma clama. Tres golpes rápidos, luego tres lentos y otros tres rápidos. Primero despacio y suave, luego rápido y brutal, luego despacio y suave. De repente ella grita, levanta y abre las piernas, me llama desde el fin del mundo, me agarra las nalgas con las manos, ¡no lo hagas! Trece por dos, veintiséis, trece por tres, cuarenta y nueve, trece por cuatro, cincuenta y dos. (En lo que se refiere al aspecto físico, por cierto, todo esto resulta absolutamente insoportable.) Accidentes laborales, granos, apicultura, tampax rebosantes de pus...Piensa en un poeta: Porque no espero que las sirenas se vuelvan a mí para cantarme porque no espero conseguir que no me toques con tus manos porque no creo que canten sobre las sábanas ensangrentadas porque nada puede quedar no espero el dolor el dolor. El cuerpo enlazado en un látigo gigante, la torcida mantis religiosa macho, que pronto será devorada. Envejezco envejezco notaré sus uñas oiré el relincho dame fuerza Oh pueblo mío deja de afirmarte ante el mundo y niega entre los calcetines no sientas nostalgia del jardín donde el final lo ama todo diez más cinco más el baño en el jardín el jardín en el desierto de la sequía, escupiendo por tu boca la seca pepita de la manzana.
(Ahora me corro, una muestra seminal en la funda de goma; pero la cuestión no es ésa.) Agitándome con la fuerza de diez hombres, cada segundo de agonía lúcida, rechinantes impulsos, genitales machacados. Después me deslicé desamparado por la espumosa oleada de culminación, empujé y empujé mientras el maremoto se rompía en mil corrientes extrañas. Y ella se corrió bajo mi cuerpo muerto.
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Decía no se quién, que para poder ser escritor tenías antes que dar una vuelta al mundo, follarte a mil mujeres, enamorarte, asesinar a un hombre, pasar una noche en la cárcel...
¿Qué es lo que nos pasa por la cabeza cuando nos pasa por la cabeza? ¿Cómo acceder a ello?
Todo está interrelacionado por los elementos que rozandose, tan siquiera con nosotros acaban comprometiendonos, Teoría ecológica de Brofrenbrener.
El condicionemiento clásico y operante, tan críticado y tan utilizado. Nos condicionan a desear lo que tenemos y cuando dejamos de tenerlo seguimos condicionados por ellos. La pérdida duele. ¿pero como se manifiesta en bruto por nuestra cabeza?

Coles de bruselas. Dos gotas en el desayuno. Tres gotas en la cena. Mantengase fuera del alcance los niños. Hambre. Sombrero con pluma de faisan. Primer plato. Segundo plato, postre, desnatado. Hambre. Niños con helado. Mujer que grita. Mi mujer. Preparaba platos exóticos. Sueño. Ella no.

Pensamos sin tenernos en cuenta. Pensamos sin absurdas teorías psicológicas. La inteligencia de la conciencia no está incluida en ninguna de las inteligencias múltiples de Gaadner. Répasalas. Que no sirve de anda. Esto es lo que tienes. Y no tiene nada que ver con lo que enseñas. Y tampoco puedes verlo. Así que relájate. Nadie recuerda lo que piensa cuando folla.

¿O sí? Pieles. Sensaciones. Una forma distinta de besar.


ç


Me leí “El libro de Rachel” de Martín Amis, solo porque coincidí con este fragmento. El discurso directo de la conciencia de Charles, un chico de 19 años, manipulador, inseguro, frío e inteligente, que se está follando a la mencionada Rachel. Y qué polvo.
¿Cómo funcionan nuestras mentes y qué hace que sean tan diferentes algunas de las otras? ¿Somos capaces de recordar las miles de palabras que rondan nuestra cabeza cada nuevo segundo? Está sería una pregunta para Joyce.

¿Cómo piensa quien te tiene encima? ¿Cómo piensa el de debajo? ¿Nos importa? Realmente menos que nada. Nuestra sangre se entretiene por otros lares. Y forma esos corazones a los que algunos llamamos amor. El sexo es importante, pero sin embargo ya no es ni tan siquiera suficiente.
La literatura sin embargo tiene un filon con esto. Mi querido Bukowski. Michel Houllebeq. Probamos tanto sexo que nos hartamos del sexo. Somos capaces de desfragmentarlo.¿Cómo conseguir escribir algo como lo que le pasa por la cabeza a Charles sin volverse loco, sin desearlo y sin acabar pensando en otra cosa que no sea...
Estamos ante el discurso de la conciencia para la nueva inconsciencia del siglo 21.
El sexo ya nos aburre. Y exploramos otras cosas. Ya no nos vale con el beso al final de la película, ni tan siquiera con esa música de ascensor y la cámara enfocando a un fuego de chimenea. Ahora queremos carnaza. Somos unos adictos al morbo. ¿Y qué más dará?
Rachel era una mujer cualquiera, no, no lo era. Rachel fue un logro. Fue una medalla que colgarse al cuello. Porque nuestro querido Charles lo único que quería era presumir de ello. La verdad es que Rachel era un poco tonta. Un poco como todas nosotras lo somos. Y el estaba un poco enamorado. Supongo que como todos los Charles lo están. E incluso me atrevería a decir que eso es lo que suele pasar. Pero el amor se pasa. Y quedan los recuerdos.

Charles es un personaje como dios manda. Frustado e incoherente con sus propios actos, manipula todo lo que pueda permitir a alguien conocer como es en realidad. Cuadernos llenos de anotaciones absurdas sobre temas de conversación, sobre qué ropa llevar y cómo comportarse con cada persona. Un libro para Rachel. Qué libros dejar sobre la cama. Qué música poner. Qué caja de condones utilizar. Charles y sus manias. Charles hipocondriaco. Charles feo. Charles no querido. Charles da pena. Y mucha. Un personaje así no te lo encuentras todos los días. Aunque a veces si nos topamos con personas así.
Puestos a buscarlas, os dejo el libro para encontrarlas.


El libro de Rachel, Martin Amis, Compactos Anagrama, Octubre 1985

terça-feira, agosto 22, 2006

La muerte de Lucida Casual

El cartel del portal de Lucida era de un musical que venía de Broadway.
Nunca has visto llover así decía. Y ella se lo creyó cuando al mirar al cielo la primera gota de las muchas que vendrían después la señaló en la nariz.
Tocada.
Poniéndose la chaquetilla de ganchillo sobre la cabeza cruzó la calle a toda prisa para encontrarse con el violinista.


***
Empezó con mi primer viaje largo y con la historia de una mujer que se dedicaba a buscar en otros, trocitos de la persona que amó.
Vivía en un pueblo llamado "Arrepentimiento" y estaba acostumbrada a ver acordeonistas y bailarinas despeñándose por un acantilado. Era una romántica y el día que la abandonaron decidió marcharse muy lejos, tan lejos que de pronto se me fué de las manos.
La pequeña Lucida Casual, la niña que nunca cumpliría más de 20 años se escapó.
Supongo que la podría haber tirado por un acantilado, como a los demás habitantes de Arrepentimiento, todos aquellos cobardes que no le importaban a nadie. La podría haber mandado de vuelta a casa con las maletas llenas de recuerdos que nadie hubiera escuchado.
Sin embargo sé, con absoluta seguridad que Lucida Casual decidió desaparecer durante un tiempo. Olvidarse de su vida, la que yo contaba, la que yo narraba, olvidarse de mi, y decidir que su búsqueda no era una búsqueda en la que yo tuviera permiso para mirar. A estas alturas de la vida, creo que lo que hizo fue lo mejor que podría haber hecho.
Para todos los que no conocieron a Lucida Casual
Así, de momento, los viajes de Lucida Casual terminan aquí.
Comienzan las Nélidas Liadas.

segunda-feira, agosto 21, 2006

Nelidas Liadas

El término fue acuñado para algo que aun, al menos para mí, no existía.
Cuando Nelidas Liadas salió de mi boca aún no sabía que sería. No sabía su destino, su forma de ser. No sabía si le gustaría leer o escribir. Si por la noche contaría cuentos sobre islas desiertas.

Nelidas Liadas nació de viaje. Su destino era fumar cigarrillos en una cama propia a la que, en algunos momentos, incluso llamé mia. Nelidas Liadas también fue mi exploración en la cocina. Unas berenjenas empanadas y una ensalada César. Nelidas Liadas fue bailar descalza sobre arena de playa bebiendo ron. Nelidas Liadas fue ver Javierismos, Paquismos y Loretadas la misma noche que en línea directa los momentos Laureados se dejaban caer...
Nelidas liadas también fue enamorarse. De nuevo. Del mismo.
Nélidas Liadas andaba en pijama por casa antes de nacer.
Nelida tenía frío por la noche. Liada escuchaba tangos mientras se despedía del último cigarrillo de la vida antes de ella.

Nelidas Liadas fue Volver y darte cuenta de que todo lo que necesitas está en una estantería.
Nelidas Liadas fue saber confundirte y solo escuchar:

-A nosotros nos da igual. Aquí o allá. Donde seas feliz.

Y soy feliz. De que Nelidas Liadas sea algo.


Lia.